(La verdad que no fue la mejor de
mis decisiones dejar el texto para hoy a la tarde ya que tuve uno de esos
mediodías en los que a uno le recuerdan de golpe que es mortal, así que si no
es de lo mejor que escribo sepan disculpar.)
La verdad que no sé si es la
edad o el frio o julio mismo, pero cada vez siento que me molesta vivir más en
sociedad. Me pone de muy mal humor la gente con la que necesariamente tengo que
transitar el día a día, salvo 3 o 4 personas, el resto logra cambiar mi humor
al primer minuto de interacción. Por eso acá van algunos consejos para hacer de
este un mundo mejor, donde reine la paz y la concordancia. Tómenlos o déjenlos,
son opiniones chiquitas que deberían al menos tener en cuenta si algún día se
cruzan con alguien como yo y no quieren quedar vedados de ante mano.
No crea que es la ultima coca
cola del desierto y si lo hace demuestre claramente que lo es. No deje lugar a
dudas, desarrolle una nueva teoría fundamentada sobre la evolución del hombre,
hágalo sin fallas, sin titubeos, afirme. Presente pruebas, tírese de los
tiradores y solamente ahí diga, soy la ultima coca cola del desierto.
No le diga a los demás que
decisiones deben tomar sobre sus vidas y si lo hace haga el favor de tener una
vida increíblemente prolija, no se preste a que el otro pueda pensar, si este
boludo no puede con su cruz que me viene a decir a mí que tengo y que no tengo
que hacer.
Salude, es un buen gesto y en
estos tiempos dice mucho de usted. Entienda que convive con otras personas,
aunque muchas no lo parezcan, pero salude igual. Créame, cualquier interacción
que vaya a emprender predispone de mejor manera a su interlocutor con un simple
buen día, buenas tardes, buenas noches. Aproveche y diga gracias.
No escuche música por el
celular. La elección musical habla mucho de quien realmente uno es y si no
quiere ser prejuzgado no vaya por la vida haciendo escuchar a los demás el último
hit del polaco, porque puede no ser del agrado del resto del mundo.
No se vista como una baliza,
por favor no lo haga. Esa moda, ese refrito que se está dando de vestirse con
colores fluorescentes es feo. Nada es lindo en ese color amarillo o en ese
verde, ni siquiera los apuntes quedan bien resaltados con esos colores,
entonces si no queda bien un pedazo de papel que le hace pensar que si puede
quedar bonito en usted esa campera rosa?
No se crea que esta más bueno o
buena que comer con las manos, cuando no clasifica ni para ser uno o una más
del montón. Entienda por favor que las divas no tienen acné, ni el pelo sucio,
ni kilos de maquillaje barato en la cara y que los flacos que están buenos, no
tiene 8 o 9 pircings en la cara, ni un tatuaje que dice “lo mejor que hizo mi
vieja es el pibe que maneja”. Entienda por favor el delgado límite que media entre ser un
pelotudo y ser un pobre flaco.
No usa el @ con la necesidad de
no definir el articulo. Es muy desagradable leer: tod@ l@s roman@s acudieron a
la plaza a tirarles piedras a l@s cristian@s...
No sea una madre pelotuda, esas
que dan vergüenza, que claramente se desbordan por un niño de 3 o 4 años, que
los dejan gritar como si fuera un chancho, que dejan que se revuelque por el
piso, que sufren ante el hecho de haber parido al anticristo y que no
comprenden que un buen cachetazo a tiempo forma el carácter. Ya que esta hágame
un favor más y no sea tan tilinga y largue esas flores de porcelana fría que
estaba haciendo.
No quiera tener razón cuando no
la tiene y sobre todo cuando carece de argumentos para sostener una discusión. No
crea saber lo que no sabe, solamente porque lo escucho a su cuñado decirlo. No
se quiera pasar de listo en la fila del colectivo para primerearce un asiento.
No se deje las raíces negras
después de haberse pintado el pelo de rubio, porque se le nota que no es
natural.
No hable con el nextel en modo
radio para que todo el mundo sea testigo auditivo del asado que se va a ir a
comer con el Beto. No hay necesidad.
No espere del buen samaritano,
porque no existe y sobre todo no se enoje si usted no lo es.
Lea los carteles, para algo
están puestos. Alguien se tomo el trabajo de tratar de comunicarle algo, y
hasta muchas veces lo puso con colores y todo. Mire si un día le bajan los
dientes y todo por no leer un cartel.
No arme puterios y no hable mal
de los que no están, y si lo hace asegúrese de hacerlo con quien corresponde,
una vez más distinga la delgada línea de la boludez.
Sepa, ante la proximidad del
evento, a quien debe y a quien no saludar por el día del amigo, no vaya a ser
cosa que tuviera engañado a alguien y ese día se deschave y pierda una bonita
amistad.
Buena semana.
Mariana.
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